Algo devastador.

Fui consciente desde el principio. Como siempre, volví a hacer oídos sordos a las predicciones. Decidí adentrarme en aquel mundo tan desconocido. Aquel olor me atraia, poco a poco me impregnaba de él, estaba tan empapada que ya era irresistible. Fui embaucada por tal sonrisa abrasadora. Eso era tan solo una advertencia. Decidí ignorarla y seguí caminando. Así fue como poco a poco entré en las llamas. Así fue como poco a poco me fui quemando. Así fue como  terminé consumiendome. 

Era de madrugada cuando se levantó. Allí estaba sola. Tenía el rime corrido de tanto llorar. Sus labios ya no eran color carmesí, ahora daban notar un tono púrpura. Él no estaba allí, se había marchado. Fue entonces cuando comenzó a pensar. Se dio cuenta de que eso no estaba hecho para ella. Quiso excusarlo sin ningún resultado. Quiso también excusarse a ella. Por nuevo que fuese para ella, esa fue la primera vez que se arrepintió de haberse creído mayor.

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Después de eso, ella se volvió arisca. Ya no quería afecto, todas las caricias para ella sobraban. Se volvió ausente y desconfiada. Decidió hacer con otros, lo que uno hizo con ella. Poco a poco levantó un muro, así como una especie de capa para refugiarse de los demás. Ella pensaba que así no sufriría. Decidió dejar de entregarlo todo, y solo enseñar lo que le interesaba. Por culpa de esa noche, ella se corrompió. Ella decidió cambiar. Ella prefirió dejar de amar.

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Lo que más me apetece últimamente es irme de aquí, y no es por el hecho de que me vaya mal sino todo lo contrario. Me apetece cambiar y conocer cosas nuevas. Es verdad que también se debe a que poco a poco la gente se me va. Ya me he despedido de bastante gente, y creo que es mejor irme yo. Si lo piensas es como la muerte. Si me voy yo lo corto por lo sano, pero si dejo que se me vayan uno a uno es como ir muriendo poco a poco, apagándome cada día más, hasta quedarme sola.

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Una etapa en la que decidió gozar. En su cabeza solo aparecía la idea de bailar, tacones altos y los labios de rojo. Salir una noche más y otra y otra. Dejar el mundo en los pies y en el movimiento.  Ella quería disfrutar y solo le apetecía bailar, tanto en la pista como en la cama. No importaba la opinión de los demás, solo el propio placer. Ya se había cansado de los buenos modales, de tratar de aparentar. Las noches eran suyas y los días de sus cualidades.

jejejejeje

Lo que más me jode del siglo 21 es que parece que a los adolescente les encanta la palabra "puta", sí les encanta. La utilizan tanto en inglés como en español, así como si cambiándola de idioma pareciera aún más moderna. No entiendo esta absurda moda de usar ese lenguaje tan grosero. Parece ser que ahora todas las mujeres somos putas, pues no lo entiendo. Simplemente tienes que estar dos segundos en twitter para poder apreciar un "good morning bitch" o estar 10 en instangram para ver una foto que diga "keep cam and fuck bitch". Me da vergüenza leer esos comentarios todos los días y aún más cuando provienen de chicas. No entiendo como pueden desvalorizarse a sí mismas, pero bueno la moda tiene más peso.

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Una tras otra, hasta que llega el momento. Te encuentras en un estado desconocido. Aquí no sientes nada, no piensas para no dañar. Solo te dejas llevar, que las cosas ocurran. No tomas decisiones,  no ayudas. Elegiste que encuentre el camino solo. No pones de tu parte. Entonces reflexionas.  Te encuentras en un dilema de tu ética frente a tus sentimientos. ¿Sentimientos reales?¿Ilusiones? ¿Recuerdos? No ves argumentos de peso que expliquen tus acciones. Quieres huir y a la vez volver.  Dentro, fuera, arriba, abajo, ya no sabes lo que quieres o si lo sabes y tienes miedo. Tienes que volver a encontrarte y elegir por ti.