No me había dado cuenta de lo inútil que era esto hasta ahora. Lo que no entendía era que trataba de salvarme con lo externo, escondiéndome en la habitación mientras la casa se la llevaba el viento. No quería darme cuenta de la realidad, ese era el problema.
Es por eso que ahora es el momento de salir de este montón de madera y dejarlo atrás. Es la hora de volar con el viento. Me toca dejarme llevar y así poder buscarme. Ya va siendo hora de que vuelva.