No estoy aquí para demostrarte nada.

martes, 24 de octubre de 2017

Devil

Es muy difícil intentar escapar de tus demonios. La gente me intenta aconsejar, pero no entienden que es muy fácil decirlo desde el otro lado, desde lo alto del pozo. Ellos no entienden lo difícil que es estar aquí abajo, dentro de este pozo oscuro, donde no veo más que sombras pasar de un lado al otro.

Todos me dicen, es fácil, tú puedes y no paran de decirme una y otra vez las miles de formas para que me agarre a esa cuerda que me llevaría a lo alto, a la luz, fuera del pozo donde ellos se encuentran. No se dan cuenta de que llevo aquí mucho tiempo, de que no estoy hidratada ni bien nutrida, de que subir no es una opción fácil, que no es tan simple. Mis músculos no están entrenados más la sugestión de mi mente de haberlo intentado y caído. Mis manos están ensangrentadas, de las veces que se ha cortado al intentar subir. La gente me dice que es una excusa, pero no es así. Salir de aquí es difícil, es doloroso y aún así lo intento. A vece me doy por vencida y hay días que prefiero quedarme en el agujero, porque estoy cansada de fracasar, además de que me da miedo ver mis límites. Y una y otra vez veo esas sombras que se acercan y se alejan, que me obligan a hacerme daño. Cuando cojo una piedra afilada para cortar las sombras, las persigo y cuando he atrapado a una y la rajo, me encuentro a mi misma sentada en el pozo, con la piedra en las manos y las muñecas, los pies o el abdomen cortado.

Esa es la realidad que vivo, busco a mis demonios y veo que yo soy el demonio que más me hace daño. Así lucho, así intento salir. Lo conseguiré, ya llevo días sin cortarme, pero eso no significa que no piense en ello. Lo pienso a menudo, pero mi familia me sacó del foco de mi dolor y alejarme por un tiempo me ha hecho bien. Pero no es un bien permanente, tengo que aprender a atrapar mis demonios y así, en la caza me entrenaré y luego seré capaz de subir por esa cuerda sin que nadie me agarre las piernas.