Es una inclinación que tira hacia ese lado. Perder la consciencia hace que no piense en la tristeza que está adherida a mí. Solo me concentro en bailar y me dejo llevar. No lucho contra esa oscuridad, me posee y es. En esos momentos no siento este dolor, esta sensación tan grande de soledad, de aislamiento. No me siento poco querida porque estoy extasiada entre alcohol y música.
Intento estar bien y controlarlo, pero quizás es el destino que me espera. Ser la repetición del ciclo familiar.
Necesito amor y atención. Más de la que jamás nadie me podrá dar.
Me cansa sentir que me estoy desvaneciendo y tener que luchar constantemente contra ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario